domingo, 13 de diciembre de 2009

WU QIN XI 五禽戲 (El juego de los Cinco Animales) - I

El creador de esta secuencia de ejercicios, los 5 animales fue el médico Hua Tuo a finales de la dinastía Han del Este (años 125-220). Estos ejercicios se han relacionado con los cinco elementos y con su correspondencia con los distintos órganos.
Los ejercicios de los cinco animales combinan la mente, la figura y la respiración. En estos ejercicios es necesaria una integración total y completa de mente, espíritu, cuerpo, respiración y movimiento. Los movimientos han de ser ágiles, espontaneos y flexibles. Hay que respirar de forma profunda y rítmica de acuerdo con los movimientos y actuar con el espíritu del animal cuyo movimiento se realiza.
Hay diferentes series de ejercicios, a continuación se presenta una de ellas de forma textual (forma simplificada estandar) y finalmente os muestro unos enlaces con ejemplos de los ejercicios de los 5 animales.

El Tigre


Es poderoso, heroico y arrogante; nunca es cobarde.

Hay que imitarlo en su espíritu, que se expresa por los ojos, y en su porte, que se expresa por las garras; la fuerza corporal, en la realización de la práctica, debe aunar lo flexible y lo duro a la vez, y la figura debe ser una combinación de tranquilidad y movimiento.

En la figura, es el rey de la selva.
En lo interior, flexibilidad;en lo exterior, dureza.
Al moverse, como el huracán; al pararse, como la luna.
Se ha de mostrar su poderío al lanzarse al combate.
Preparación.


Ponte firme, pero no intentes sacar pecho. Relaja todo el cuerpo en esta posición durante unos momentos.

1.Dobla las rodillas lentamente y baja el cuerpo, cargando el peso sobre la pierna derecha. Levanta el talón izquierdo para tocar el tobillo derecho y al mismo tiempo lleva los puños a la cintura, con las palmas hacia arriba y mirando a la izquierda.

2. Dá un paso adelante hacia la izquierda, sigue con el pie derecho hasta que la distancia entre los talones sea de unos 30 cm y mantén el peso sobre la pierna derecha. Al mismo tiempo, lleva los puños mirándose entre sí a la altura de la boca pasándo por el pecho y empuja hacia adelante con las palmas abiertas como garras y los ojos mirando el índice izquierdo.

3. Con el pie izquierdo, dá medio paso adelante y tócate el tobillo izquierdo con el talón derecho, con las rodillas ligeramente dobladas. Al mismo tiempo lleva los puños a la cintura, con las palmas hacia arriba y los ojos mirando hacia la derecha.
Al lanzar las garras proyecta toda tu fuerza como si diéras un zarpazo, espira. Al recoger los puños te relajas e inspiras.

4. Repite el paso 2, pero en dirección opuesta. Repite el ejercicio muchas veces hacia la izquierda y hacia la derecha, de manera calma y compuesta, similar a la del confiado tigre preparándose para la lucha.

El ejercicio realizado de la forma descrita se puede asociar al elemento Madera y actúa sobre los meridianos de Hígado y Vesícula biliar.


El Ciervo

En la imitación del ciervo, lo más importante es la flexibilidad y la espontaneidad, evitando al máximo las posturas cohibidas y la tirantez. Se debe mostrar agilidad y vivacidad tanto al enderezar el cuello como al desplazarse hacia adelante.
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Hacer flexibles el cuerpo y el espíritu.
Ninguna obligación ni sentimiento de agobio.
Saltar, asomarse y erguir el cuello.
Hacer que el aire en la respiración llegue hasta la cola del ciervo y flexibilizar los tendones.

Preparación.



Ponte firme, pero no intentes sacar pecho. Relaja todo el cuerpo en esta posición durante unos momentos.

1. Dobla la pierna derecha y estira la pierna izquierda hacia adelante con la rodilla ligeramente doblada. Pon el peso en la pierna derecha.

2. Estira hacia delante el brazo.

3. Haz rotar los brazos en dirección opuesta a las agujas del reloj, asegurándote de que el círculo dibujado por la mano izquierda es más grande y que la rotación de los brazos es producida por un movimiento circular de las caderas y la cintura y no por el movimiento de las articulaciones de los hombros. Repite algunas veces el movimiento.

4-6. Repite los pasos 1-3 pero adelanta la pierna y el brazo derechos, coloca la mano izquierda en la posición en que su palma enfrente el codo derecho y haz rotar los brazos en el sentido de las agujas del reloj.
Repite muchas veces el ejercicio hacia la izquierda y hacia la derecha.

El ejercicio realizado de la forma descrita se puede asociar al elemento Fuego y actúa sobre los meridianos de Corazón e Intestino delgado.

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