Uno de los pilares sobre el que se sustenta la medicina tradicional china y no sólo la medicina sino la totalidad de la vida de la cultura china es la teoría de los opuestos (Yin-Yang).
En occidente solemos describir el Yang como la energía masculina y el Yin como la femenina, no dejando de ser una explicación sumamente simplista.
El Yin y el Yang no son tanto entidades o fuerzas reales sino que, representan procesos más concretos. En lugar de ser considerados como algo absoluto, se trata de una interacción dinámica que siempre esta presente y siempre esta cambiante, de aquí que la forma de representarse sea un circulo negro sobre una base blanca y un circulo blanco sobre un base negra que simboliza el proceso continuo de cambio y de equilibrio en el cual Yin y Yang se transforman continuamente para conseguir el mencionado equilibrio.
Todas las cosas y situaciones pueden considerarse de este modo como Yin / Yang: arriba / abajo, calor / frío, seco / húmedo, fuerte / débil, caliente / frío… y así sucesivamente.
El Yang suele estar representado por el fuego que asciende, es brillante, cálido, activo y excitante, mientras que el Yin es más como el agua que desciende, es débil, fría, pasiva, inhibitoria, aunque no debemos olvidar que ambos están siempre presentes.
En definitiva podemos decir que Yin y Yang son opuestos y a veces se dice que están en equilibrio dinámico, estando siempre equilibrados. Son así mismo indivisibles, puesto que uno no puede existir sin el otro, normalmente os explico que para que todo funcione correctamente deben estar perfectamente equilibrados al 50%, los desequilibrios en un sentido u otro, hacia Yin o hacia Yang nos producen una serie de alteraciones que pueden dar lugar a diferentes dolencias o enfermedades.
En medicina tradicional China este concepto es imprescindible a la hora de realizar un correcto diagnóstico, y aunque todas las funciones del cuerpo suelen contener de ambas, suelen considerarse más Yin o más Yang en función de una serie de características.
Así cuando os realizamos la primera visita y preguntamos sobre diferentes características estamos analizando por un lado la ley de los 5 elementos, investigando desequilibrios a nivel de un órgano concreto, pero también estamos valorando si dentro de un mismo órgano hay más tendencia Yin o Yang en caso de existir un desequilibrio.
La dieta como siempre os menciono es una parte imprescindible de poder alterar o regular estos desequilibrios.
Una persona con una tendencia Yin deberá consumir alimentos Yang para armonizarse y viceversa.
Dentro de nuestro propio organismo, se considera que los órganos sólidos, los Zang, que se asocian con el almacenamiento, son de carecer más Yin, mientras que los órganos huecos, los Fu, que tienen funciones asociadas al transporte, son más Yang.
La parte externa del cuerpo se considera más Yang, mientras que la parte interna es más Yin, también la superior es más Yang, y la inferior más Yin, de esta forma podríamos por ejemplo considerar que los pulmones (zang-yin) son de carácter un poco más Yang que los riñones (zang-yin) porque los primeros están en la parte superior de cuerpo que es más yang que la parte inferior del cuerpo donde se encuentran los riñones.
El estado de salud se caracteriza por el equilibrio dinámico del Yin y Yang (Figura A). El desequilibrio originado por un exceso de Yin o Yang (Figuras B y C) o por una carencia de Yin o Yang (Figuras D y E) en el sistema de órganos internos o meridianos causado por un factor patógeno interno o externo, que provoca la enfermedad.
El estado de salud se caracteriza por el equilibrio dinámico del Yin y Yang (Figura A). El desequilibrio originado por un exceso de Yin o Yang (Figuras B y C) o por una carencia de Yin o Yang (Figuras D y E) en el sistema de órganos internos o meridianos causado por un factor patógeno interno o externo, que provoca la enfermedad.
Como siempre, y una vez mas, lo importante es conseguir como en todos los aspectos de nuestra vida el equilibrio.
Sabemos que la relación entre el Yin y el Yang de nuestro organismo esta en un cambio constante. La comida, el tiempo atmosférico, la época del año, nuestro estado de tranquilidad o de excitación, nuestra actividad física, modifican constantemente nuestro equilibrio, que de una forma casi automática nuestro cuerpo vuelve a regular, después de un ejercicio intenso (Yang), lo más normal es que nos relajemos y nos sentemos para descansar lo que implica que entramos en una fase más Yin. Cuando hace un calor sofocante (Yang) buscamos una sobra fresca para refrescarnos (Yin), esto si os dais cuenta lo podemos extrapolar a todos los aspectos de nuestra vida.
Así que lo que debemos hacer es que todo nuestro entorno tienda al equilibrio para gozar de una esplendida salud. Podéis empezar con la dieta, una dieta de alimentos neutros que nos permita consumir los tibios y los frescos, sin llegar a los calientes y a los fríos, nos aportara un equilibro alimentario que es la base de una buena salud.
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