Cada día son más y más las personas que acuden a consultas de medicinas alternativas o medicinas naturales, y esto es algo que hace pensar y reflexionar cada vez más a aquellos que estamos realizando labores en la medicina Occidental, la medicina que conocemos de toda la vida.
Creo que ha llegado el momento de hacer un paréntesis y una profunda reflexión para ver que ocurre, pensando pensando, pueden surgir diferentes preguntas a tal misterio.
¿Estan las consultas de medicina tan excesivamente masificadas, con largas listas de espera hacen que nuestros pacientes busquen otras alternativas?
¿Cada vez existen menos medicos privados, pues las mutuas pagan unas cantidades irrisorias por visita por lo que cada vez es más difícil encontrar médicos occidentales que visiten por mutuas?
¿Utilizamos una medicina estrictamente farmacológica, no exenta de efectos secundarios?
¿El individuo ha empezado a coger conciencia de su cuerpo y su salud, optando por solucionar la base de su problema en lugar de tratar el síntoma?
¿La gente ha adquirido un interés especial hacia las terapias cada vez más exóticas?
Lo que sí es cierto es que la Medicina Occidental está perdiendo, siendo optimistas, y
no decir ha perdido su hegemonía de los últimos 150 años, donde el médico era considerado como algo supremo y que en sus manos estaba el poder de otorgar la vida o la muerte. Tal vez son unas palabras un tanto “elitistas” pero años atrás la profesión médica era algo de lo más elitista. Por mi parte nunca he tenido esta prepotencia que manifestaban algunos de nuestros predecesores, aunque algunos no tan predecesores todavía se lo creen.
De todas formas entre estar considerados como semidioses a estar como estamos actualmente, creo que debería haber un término medio. La salud es algo lo suficientemente importante para que los que trabajamos con ella nos sintamos un poco respetados, las consultas actuales de medicina parecen más un mercado donde se compra y vende (medicinas, información, informes,
consejos…) que algo que se parezca a un acto médico.
Ciertamente, desde que he empezado a ejercer como médico acupuntor, me he vuelto a sentir nuevamente médico, he vuelto a tener aquellas ganas de tratar con pacientes, de aliviar sus pesares y sus dolencias, como antaño, pues no hace tanto, tan solo unos 15 ó 20 años, la medicina era un arte, la interrogación, el seguimiento del paciente, el tratarlo como un todo.
Poder hablar con el paciente, interesarte por su estado, tranquilamente, es algo que hacía tiempo que no podía hacer y que he podido recuperar nuevamente.
En fin, algo da que pensar, tal vez nuestra sanidad actual deba sufrir algún profundo cambio, o en unos pocos años es posible que la sanidad actual desaparezca tal y como la conocemos.
Saludos a mis compañeros médicos, y como no a todos mis nuevos compañeros terapeutas no alopáticos.
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