domingo, 20 de enero de 2013

SIROPE DE SAVIA Y ZUMO DE LIMON


Uno de mis pacientes y ya desde hace un tiempo un nuevo amigo, hace un tiempo me trajo un diptico sobre la dieta con sirope de savia y zumo de limón, él ya lo había utilizado y me lo recomendó.
En aquel momento, deje el tema apartado, pero ya han sido varias las personas que me han hablado de esta cura, y después de buscar información de diferentes fuentes, aquí os presento el resultado de esta búsqueda.

Gracias a Francesc Plassa por la información que me aportó

Espero que os sea de utilidad.

Saludos


Ayunar para Depurar

    La vida sedentaria, el estrés, la rapidez con que comemos, el abuso de alimentos, bebidas, azúcares refinados y poco saludables, pueden hacer de nuestra alimentación diaria un camino continuado hacia el sobrepeso, la obesidad, los problemas de salud y el cansancio crónico; porque las personas que se alimentan mal y engordan en exceso terminan con su organismo intoxicado. La necesidad de someter al cuerpo a una desintoxicación cada cierto tiempo es algo que recogen todas las culturas y religiones; y es que el ayuno, ha sido considerado siempre fuente de armonía y ayuda para mantener la salud y prevenir enfermedades. Hoy día sabemos que esa tradición tenía como fin permitir al organismo liberarse de sus toxinas suprimiendo todo alimento, y dedicar así toda su energía a depurarse por dentro. De ahí, que el ayuno fuera elemento imprescindible para conservar una buena salud y se llegara a recomendar seguirlo hasta durante 40 días.
Un ayuno total ingiriendo sólo agua, desintoxica el organismo, pero se corre el riesgo de dejarlo durante ese tiempo sin algunos nutrientes imprescindibles para la vida. Es decir, el beneficio del ayuno se puede ver contrarrestado por los posibles perjuicios. Hace años, el naturópata Hawaiano Stanley Burroughs propuso una alternativa al ayuno tradicional: la cura con sirope de savia y limón. La cura de savia y limón de Stanley Burroughs para depurar y desintoxicar el organismo, consiste en ayunar entre siete y diez días ingiriendo únicamente una mezcla de sirope de savia, zumo de limón, una pizca de cayena y agua; pudiendo tomar además infusiones depurativas.

El Sirope de Savia

    La cura de savia y limón acostumbraba a hacerse antes con sirope de arce. Sin embargo, se ha descubierto que el contenido en minerales del sirope de arce está sujeto a variaciones dependiendo del lugar donde se cultiva y del clima. Puesto que la cura de savia y limón exige un alto y equilibrado contenido en minerales, hubo que buscar una alternativa. Para ello se ha mezclado el sirope de arce con el sirope de palma, dando lugar al sirope de savia, que responde a las exigencias de la cura. El autentico sirope de savia esta compuesto por la savia de arce C+ de cultivo biológico certificado y la savia de palma, obtenida de palmas crecidas en plena selva tropical.

Savia de Arce C+
    La savia de arce C+ proviene de los bosques de arce del Norte de América, donde los indios ya conocían el arte de extraer de este árbol su dulce savia y preparar con ella un sirope. Para la cura se utiliza únicamente el sirope de arce C+ que aporta al cuerpo muchas más sales minerales y oligoelementos que el sirope de arce grado A, el más corriente. Cada mañana, entre Marzo y Abril, durante cuatro semanas se recoge la savia mediante cubos colgados de los árboles. Para conseguir un litro de sirope concentrado se precisan entre cuarenta y cincuenta litros de savia. Los arces deben tener un mínimo de cuarenta años de edad antes de que se pueda cortar la corteza y recoger la savia, de otro modo, se dañaría el árbol.
En el sirope de arce se distinguen tres categorías, que se pueden reconocer por su color. Se denominan grado A, B y C.
-El grado A se obtiene de la primera fase de la cosecha. Tiene más azúcares y menos sales minerales. Su color es ámbar claro.
-El grado B tiene una calidad intermedia entre el A y el C.
-El grado C se obtiene de la última fase de la cosecha. Es el grado de calidad superior, no es tan abundante en cantidad y resulta menos dulce que el A, pero tiene un nivel de sales minerales superior al A, aportando un alto nivel de calcio, zinc, hierro y manganeso. Tiene un color oscuro.

Savia de Palma
    Así como en los bosques del Norte de América hay un solo tipo de arce que produce esta savia, también en el trópico hay una sola clase de palma de cuya savia se obtiene este sirope, el sirope de palma. Esta savia se obtiene cortando la punta de la palma cuando ésta comienza a estar en flor. La savia cae gota a gota y se recoge en un recipiente de bambú. Luego, la savia se cuece hasta que se espesa y toma una cierta consistencia.
El sirope de palma contiene la cantidad de sodio y potasio necesarios para el funcionamiento de las células y la desintoxicación del organismo. Mezclando en la proporción correcta el sirope de arce y el sirope de palma, se obtiene el sirope de savia, muy rico en oligoelementos y otros nutrientes, que garantizan el éxito de la cura, al suministrar junto al zumo de limón, lo necesario para el buen funcionamiento del organismo durante los días de la depuración.

Para garantizar el éxito de la cura es muy importante utilizar el sirope auténtico, que no contiene ni conservantes ni colorantes ni aditivos químicos, y rechazar imitaciones.

El Zumo de Limón

Los dos ingredientes principales de la cura de savia y limón son el sirope de savia y el zumo de limón fresco. El limón es fuente de minerales y vitaminas. Sus beneficios son conocidos desde hace muchos años. Es preventivo de enfermedades y un antibiótico natural. Es rico en vitamina C, ya que ésta constituye el 90% de lo que no es agua en un limón. La vitamina C es una vitamina indispensable para los huesos, los dientes, los cartílagos, los tejidos conjuntivos y los vasos sanguíneos; favorece la resistencia corporal a las infecciones y es preventiva de muchos problemas de salud.
El limón contiene también flavonoides, principalmente quercetina, que son también terapéuticamente interesantes. Se encuentran en todo el fruto, pero especialmente en la piel blanca que hay entre la pulpa y la cáscara. Los bioflavonoides contribuyen a una buena salud cardiovascular.
Contiene también ácido cítrico que desempeña importantes funciones en el organismo, entre ellas la de favorecer la fijación del calcio. El ciclo del ácido cítrico o ciclo de Krebs constituye una cadena de reacciones bioquímicas muy importante, pues se trata de la vía fundamental para la degradación de la mayoría de los compuestos orgánicos y la obtención de las coenzimas reductoras; es decir, para el catabolismo de las sustancias orgánicas, permitiendo la metabolización de las proteínas, los lípidos y los hidratos de carbono. El ácido cítrico ayuda a la eliminación de los depósitos de grasa en los tejidos; por eso, el limón es adelgazante.

La Cayena

    La cayena es una pimienta necesaria en la cura de savia y zumo de limón porque disuelve flemas y ayuda a regenerar la sangre, lo que produce más calor en el cuerpo. Contiene vitaminas del complejo B que complementan el valor nutritivo del sirope de savia y el zumo de limón.

El agua

    El sirope de savia, zumo de limón y cayena se mezclan con agua para elaborar la bebida que se consume durante la cura. Lo ideal es usar agua pura, sin cloro ni contaminantes químicos. Si puede ser, debemos elegir agua de manantial o agua depurada; mucho mejor si la vitalizamos con un vitalizador de agua.

La Cura

    A continuación se expone la forma de realizar la cura de savia y limón según las indicaciones del naturópata Stanley Burrougs. La cura es buena para desintoxicar el organismo, pero no se trata de un medicamento ni de una forma de alimentación, sino de una cura a base de zumo de limón y sirope de savia durante un tiempo limitado, que proporciona al cuerpo la posibilidad de recuperarse y liberarse de grasas y toxínas.
Cualquier persona que vaya a realizar la cura debe informarse bien antes de comenzar, y pedir consejo a su médico o naturópata para saber si es adecuada para él o ella.

Ingredientes y preparación

    La mezcla contiene, de forma equilibrada, la mayor parte de las vitaminas, minerales (potasio, sodio, calcio, magnesio, zinc, manganeso y hierro), enzimas y demás oligoelementos que el organismo necesita. Las grasas, se sacarán de los depósitos acumulados en el cuerpo, quemándolos. Los hidratos de carbono del sirope de savia son naturales porque no contiene azúcar artificial alguno. Por otra parte, el limón, fuente de minerales y vitaminas, especialmente de la C, es un antioxidante natural que ayuda en la eliminación de los depósitos grasos y mejora la actividad del metabolismo. La cayena, además de contrarrestar el fuerte sabor dulzón del sirope de savia, es una buena fuente de vitaminas del complejo B, disuelve flemas y ayuda a regenerar la sangre.

Preparación de un vaso grande

• Dos cucharadas soperas de zumo de limón fresco.
• Dos cucharadas soperas de Sirope de Savia.
• Una pizca de pimienta de Cayena en polvo.
• Estos ingredientes se mezclan en un vaso con agua tibia o fría.
• Mezclar bien los ingredientes con una cuchara.

Preparación de un litro y medio para todo un día

• Zumo de cinco limones frescos.
• Dieciséis cucharadas de Sirope de Savia.
• La puntita de una cucharrilla de Cayena en polvo.
• Estos ingredientes se mezclan en una botella de libro y medio con agau tibia o fría.
• Agitar la botella para mezclar bien los ingredientes.

Dos formas de realizar la cura

EL AYUNO COMPLETO

    La cura auténtica está basada en la milenaria terapia del ayuno. Ayunar significa vivir por un tiempo determinado de las propias reservas. Mientras se realiza la cura, el cuerpo aprovecha para deshacerse de los detritus, de la toxicidad y de las grasas superfluas que se han acumulado en el organismo progresivamente, permitiendo a los órganos regenerarse y reactivar su funcionamiento. La desintoxicación potencia nuestras facultades mentales, la concentración y mejora la memoria.
La cura completa según Stanley Burrougs dura de siete a diez días, en los cuales se debe ingerir el preparado de sirope de savia de palma y arce. En cada jornada se tomarán de ocho a diez vasos grandes del preparado, uno cada dos horas aproximadamente. Se puede completar con infusiones, entre ellas, la infusión Depurbal. Después de la cura hay que realizar una transición alimentaria correcta de 2 a 3 días con zumos de fruta, caldos vegetales, etc. A continuación se recomienda aprovechar todo el efecto positivo de la cura de savia y limón y continuar sobre unas bases sanas de nutrición. Muy conveniente resulta además la cura reconstituyente de polen durante un mes, que provee al cuerpo de todos los minerales y oligoelementos, y está muy indicado para complementar el ayuno con savia y limón.

EL SEMI-AYUNO

    Cada noche, mientras dormimos, ayunamos, ya que no ingerimos alimentos y dejamos que el organismo se ocupe de sí mismo, que se regenere, purifique y recupere sus energías gastadas. Con el desayuno rompemos este proceso de recuperación y autolimpieza del ayuno nocturno.
El propósito de semi-ayuno es el de prolongar este periodo de ayuno nocturno, sustituyendo el desayuno y/o cena por dos o tres vasos de sirope de savia, limón y agua, y así ofrecer al organismo mayor tiempo para su descanso y recuperación. Para que el semi-ayuno sea más eficaz, convendría en lo posible suprimir durante esta cura los alimentos siguientes, que por su contenido en toxinas retrasarían la acción depurativa del semi-ayuno: sal, embutidos, carnes rojas, fritos, pan blanco, harinas refinadas, café, alcohol, bebidas carbónicas, lácteos, etc. Este semi-ayuno se recomienda como preparación para personas que quieran llevar a cabo la cura completa y para quienes no se sientan dispuestos o preparados para hacerla, pero quieren reducir su peso y mejorar su salud. Duración recomendada: entre 10 y 30 días.

Al terminar la cura

    Terminados los siete/diez días de cura, no empiece ya a comer de forma normal. Deje que su metabolismo se habitúe de nuevo poco a poco. Dos o tres días de transición pueden ser suficientes. Ejemplo para los tres primeros días:

Primer día:

• Desayuno: un vaso grande de sirope de savia y limón. Una pieza de fruta: manzana, naranja o pera.
• Media mañana: un vaso grande de zumo de naranja o piña.
• Mediodía: un vaso grande de sirope de savia y limón. Una pieza de fruta: manzana, naranja o pera.
• Merienda: un vaso grande de zumo de naranja, manzana o piña.
• Cena: un vaso grande de sirope de savia y limón.

Segundo día:

• Desayuno: un vaso grande de zumo de naranja, manzana o piña. Dos piezas de fruta: manzana o plátano.
• Media mañana: una pieza de fruta: manzana, pera, naranja o mandarina.
• Mediodía: un vaso grande de sirope de savia, caldo de verduras y fruta.
• Merienda: un vaso grande de zumo de naranja, mandarina, manzana o piña.
• Cena: una ensalada de frutas y un vaso grande de sirope de savia y limón.

Tercer día:

• Desayuno: una rebanada de pan integral y una naranja.
• Media mañana: un vaso grande de zumo de naranja, mandarina, manzana o piña.
• Mediodía: un caldo de verduras frescas.
• Merienda: un vaso grande de zumo de naranja, mandarina, manzana o piña.
• Cena: un caldo de verduras frescas con arroz integral.

A partir del tercer día se pueden incorporar poco a poco nuevos alimentos, pero procure no ingerir en los tres días siguientes a la fase de transición alimentos como carne, pescado graso, embutidos, queso (salvo queso fresco), pan blanco, bollería, leche, café y alcohol. A partir del cuarto día, empiece a comer normalmente; eso sí, de forma equilibrada y atendiendo las normas de una dieta correcta. Siempre es mejor optar por alimentos biológicos e integrales.

Consejos


• Es muy importante evacuar diariamente durante la cura.

• Es necesario ingerir mucho líquido durante la cura.
• El olor corporal puede acentuarse durante la realización del ayuno o semi-ayuno.
• Si hay sensación de hambre, se puede aumentar el numero de tomas.
• No deben tomar este producto diabéticas, personas que se encuentren en depresión y mujeres embarazadas o lactando.
• Durante los primeros días del ayuno se pueden presentar ocasionalmente algún malestar debido a la expulsión de toxinas.
• Utilice el sirope de savia como un edulcorante o en la preparación de algún refresco de verano para toda la familia.


Formas de presentación

La cura de savia y zumo de limón es ideal para desintoxicar el organismo. Le proporciona al cuerpo la posibilidad de reponerse, regenerarse, renovarse y aumentar sus defensas. Es también una excelente cura para eliminar grasas y conseguir una piel más sana y un aumento de bienestar y equilirio. Para realizarla, es conveniente comprender bien la forma de realización y asesorarse con un profesional de la salud, médico, naturópata, homeópata, etc.
Es necesario elegir bien los productos que vamos a utilizar en la depuración, para que sean productos de calidad y que nos puedan aportar los beneficios que estamos buscando. Para ello, a parte del zumo de limón, a poder ser ecológico, el agua pura y la cayena, necesitamos el sirope de savia, elemento básico de la cura, que podemos combinar con la infusión depurativa Depurbal. En el libro "La Cura de Savia y Zumo de Limón" de K.A. Beyer, encontraremos muchas respuestas a nuestras dudas y explicaciones de cómo realizar correctamente el proceso.
Para finalizar, después de la depuración, podemos reconstituir nuestro organismo aportando nutrientes naturales durante unos dos o tres meses con el polen de abeja.

El Sirope de Savia
  
  El auténtico sirope de savia compuesto por sirope de arce grado C+ de cultivo biológico certificado y savia de palma obtenida de palmeras de la selva tropical. No contiene conservantes ni colorantes. Para una cura de diez días se necesitan aproximadamente dos litros. Si queremos hacerla durante siete días, puede llegarnos un litro de sirope de savia.

La infusión Depurbal

    Es una mezcla de hierbas de cultivo biológico certificado recomendada para acompañar el ayuno con sirope de savia o para tomarla en cualquier otro momento. Tiene un efecto depurativo y diurético. Su composición equilibrada ayuda a activar la función hepática y renal, al mismo tiempo que aporta un efecto relajante. Sus ingredientes son: Melisa, Escaramujo, Abedul, Cáscara de Judía Verde, Vara de Oro, Diente de León, Paja de Avena y Mate Verde; todos ello de cultivo ecológico. Se presenta en cajas con 20 infusiones de 1.8 gramos. Se prepara añadiendo agua hirviendo a una taza con una bolsita de Depurbal, y dejándola tapada en infusión durante unos ocho minutos. Tiene un sabor suave y aromático.

El libro: La Cura de Savia y Zumo de Limón

    En este libro, su autor, K.A. Beyer, nos explica con detalle todos los pasos de la cura de savia y zumo de limón de Stanley Burroughs. Recomendado para quien quiera conocer en profundidad esta cura. Se tratan aspectos prácticos de la cura, instrucciones para realizarla, opiniones del creador del método, consejos, experiencias personales de personas que la han realizado, etc.

 El Polen

 Después del periodo de depuración con el sirope de savia, sigue el periodo de reconstitución, es decir, debemos aportar al organismo todos los nutrientes que necesita para su buen funcionamiento. Se recomienda tomar después de la cura de savia y zumo de limón algún complemento natural. En este sentido se ha visto que el polen de abeja aporta al organismo muchos y variados nutrientes como vitaminas, minerales, aminoácidos, oligoelementos, etc.



HUA HU CHING


El Tao te king no es el único libro que escribió Lao Tse (Tal vez 604 – 531 a. de C.)

Lao Tse, fue un pensador chino, creador del taoísmo (Norte de China, h. ss. VI - IV a. C.).

Su importancia radica en haber redactado el libro Tao Te King («Sobre el camino y su poder»), del que arranca la filosofía taoísta. En ese breve tratado propuso una moral individual basada en seguir el camino de la naturaleza (el Tao); en consecuencia, recomendó virtudes como la sencillez y la naturalidad, censuró la ambición de poder y de riqueza y proscribió el ejercicio de la violencia. El pensamiento de Lao Tse aconsejó además una línea política liberal y pacifista, aconsejando a las autoridades intervenir lo menos posible en la vida de los pueblos y no agobiarles con impuestos y reglamentaciones.

Los fragmentos que aparecen a continuación fueron tomados de ese magnífico libro. Creo que no debemos tomarlos como dogmas de fe, más bien como un camino hacia la iluminación, espero que cada uno de vosotros obtenga de ellos, algo que pueda serle productivo y provechoso. 

Creo que fue un bonito hallazgo entre los miles de e-mails que se envían cada día.


En el Hua hu ching se han recopilado muchas enseñanzas orales que el Maestro dio para que los contemplativos lograran verdaderos avances en el Sendero que conduce hacia la Iluminación

El contenido de este libro es algo así como un mapa de carreteras que el ser humano ordinario puede consultar cuando quiere desplazarse con éxito por el territorio de lo divino.

En la época en la que las luchas políticas chinas se desataron, la lectura de este libro estaba prohibida. Es más, en el más álgido de esos momentos, se ordenó que fueran quemados todos los ejemplares.

Si no fuera porque la tradición taoísta establece que las enseñanzas de más trascendencia deben ser trasmitidas oralmente de maestro a discípulo —y a veces de labio a oído— , el mundo hubiera perdido la oportunidad de enriquecer su conciencia con la sabiduría que contienen estos textos.

Los fragmentos que aparecen a continuación fueron tomados de ese magnífico libro.

No te dejes atrapar por superficialidades espirituales.
Cantar no es más sagrado que escuchar el murmullo del arroyo, pasar entre tus dedos las cuentas de un rosario no es más sagrado que respirar, vestir hábitos religiosos no es más espiritual que usar ropa de trabajo.

Mejor encuentra satisfacción en la práctica de la virtud.
Si das de manera generosa y anónima, iluminarás tu oscuridad interior y tu virtuosismo se convertirá en santuario que te beneficiará a ti y a los demás.

En el terreno de los pensamientos y de las ideologías nada es absoluto.
La mayoría de las religiones refuerzan los apegos que se tiene a los falsos conceptos.

Si te la pasas rindiendo culto a deidades y a instituciones religiosas como si fueran la fuente de la verdad sutil, colocarás intermediarios entre lo divino y tú y acabarás siendo un mendigo que busca afuera lo que abunda en el interior de su corazón.

Las técnicas contemplativas que conducen a la inmortalidad y a la Iluminación, sólo pueden ser comprendidas por los que han roto los lazos que los conectan con el espeso reino mundano de la dualidad y de los dogmas.

No traces una línea entre lo que es espiritual y lo que no lo es. Si separas tu vida espiritual de tu vida ordinaria, no estarás en el Sendero.
La suprema verdad no puede expresarse con palabras. Por eso, el verdadero maestro no tiene nada que decir y, simplemente, sin preocuparse, se da a sí mismo en el servicio que presta.

Las enseñanzas del Maestro no son la medicina; son sólo la receta. El mentor no te lleva a tu destino, sólo te da el mapa que te servirá de guía para que lo encuentres.
Un ser integral no ambiciona iluminar a los que no son conscientes ni pretende elevar al reino de lo divino a las personas mundanas. Para él no existe yo y el otro; por tanto, no hay nadie a quien elevar.

No creas que alcanzarás la verdad acumulando conocimientos. El conocimiento engendra a la duda, y la duda te hace tener hambre de más conocimientos.
Trata de vivir de una manera holística. No exageres la importancia del intelecto. Al contrario: integra mente, cuerpo y espíritu en todas las cosas. Si lo haces, llegarás a ser maestro del conocimiento, en lugar de ser víctima de los conceptos.

Si la mente, el cuerpo y el espíritu no están igualmente desarrollados y plenamente integrados, no se alcanzará ninguna cima espiritual. Por eso, las religiones y las ideologías extremistas no dan fruto.
De la misma manera que todo está bien en las riberas cuando el río fluye claro y limpio por el cauce apropiado, así tu vida estará llena de armonía si ejerces control sobre tu mente.

La conciencia total y la completa iluminación no se alcanzan sin una disciplina y una práctica apropiadas.
Si quieres superarte, no realices prácticas y disciplinas parciales. Del mismo modo que no se conoce al cuerpo estudiando al dedo, no se entenderá al Universo estudiando una sola ciencia.
El ansia de iluminación y de inmortalidad no es diferente al ansia de riquezas materiales.

No creas que porque meditas silenciosamente estás clarificando tu mente.
La claridad de la mente no se alcanza con sólo huir del mundo.
Cuando honres a tus padres, ames a tus hijos, ayudes a tus hermanos, seas leal con tus amigos, cuides a tu pareja con devoción, trabajes con alegría y asumas tus responsabilidades; cuando practiques la virtud sin exigirla primero a los demás; cuando, aunque comprendas las verdades supremas, mantengas una forma ordinaria de proceder, entonces —y sólo entonces— habrá claridad en tu mente y sabrás que tu forma de meditar es la correcta.
  
Pensar en el Sendero y hablar de él no es lo mismo que trillarlo. ¿Acaso alguien se convierte en buen jinete porque habla de caballos?
Tu naturaleza y la naturaleza entera del Universo son la misma cosa: indescriptibles, pero eternamente presentes.
El ego te hace creer que el mundo es vasto y las partículas minúsculas; pero la verdad sutil es que el mundo y la partícula son lo mismo: ni el uno es vasto ni la otra minúscula.

Es parte de la ley cósmica que lo que digas y lo que hagas determinará lo que suceda en tu vida.
Si defiendes una idea, otro luchará contra ella. Al poco tiempo, los dos entrarán en conflicto con un tercero y, muy pronto, toda tu vida será parloteo y contradicción.
Cuando te des cuenta de que lo que haces a otro te lo haces a ti mismo, habrás entendido la Gran Verdad.

Escoge alimentos, vestido y techo de acuerdo con la naturaleza. Haz que tu trabajo y tu ocio sean la misma cosa. Realiza ejercicios que desarrollen todo tu ser, no sólo tu cuerpo. Trata de que la música que escuches conecte las tres esferas de tu ser.
Si tu disponibilidad de dar felicidad es limitada, tu disponibilidad de recibirla también lo será.
Sólo cuando se sabe que el amanecer llegará se puede descansar tranquilamente por la noche.

Todo momento es frágil.
Por hermosos que hayan sido los momentos del pasado, no pueden conservarse; por gozosos que sean los momentos del presente, no pueden guardarse; por deseables que sean los momentos del futuro, no pueden atraparse.
La mente, en su empeño por detener el río en un lugar, deja pasar por alto la simple verdad del momento.