La MTC nos habla de que todo en nuestro mundo surge de la dualidad, la famosa teoría del Yin-Yang, también en la esfera sexual: Yang (masculino) y Yin (femenino), dos fuerzas que en principio deben equilibrarse mutuamente. Existe una energía sexual el Ching Chi, que es la energía esencial y fuente de nuestra vitalidad. Si el flujo energético no fluye correctamente a través de nuestros meridianos, los conflictos producidos en los diferentes cuerpos (físico, mental, emocional y espiritual) se manifiestan a través de enfermedades.
La terapia floral, al igual que la MTC y otras medicinas vibracionales, también entiende la enfermedad como un desequilibrio entre los diferentes planos del ser humano.
Los expertos calculan que entre el 10-20% de trastornos de la sexualidad masculina obedecen a factores psicológicos como el estrés, la ansiedad, la inseguridad, la baja autoestima, la culpabilidad, el miedo al fracaso, el síndrome depresivo…
Es en estos casos donde la terapia floral puede considerarse que tiene su campo de actuación, ya que interviene energéticamente en aquellos patrones mentales y emocionales en desequilibrio.
La esencia floral no se dirige al síntoma que presenta el paciente (impotencia, eyaculación precoz, anorgasmia o inapetencia sexual), sino a la causa que lo origina (factores psicológicos profundos).
A continuación veremos el abordaje de algunos factores psicológicos involucrados en la génesis de las patologías de la sexualidad masculina.
Disfunción eréctil:
Entre las causas psicológicas más comunes de esta patología, tanto la impotencia psicógena primaria como la secundaria, se encuentran: experiencias traumáticas, estrés, baja autoestima, miedo a no estar a la altura, culpabilidad o represión.
Flores:
Star of Betlehem: Indicada si se tenido una vivencia traumática o exista un shock físico, mental o emocional, especialmente si las primeras experiencias sexuales fueron desagradales y esto condiciona nuestra actual vida sexual. Puede que el trauma o sea consciente, aunque la persona puede sentir que algo no marcha bien.
Elm: Llamada flor antiestrés, adecuada para situaciones de desbordamiento por exceso de responsabilidad. Común en hombres con alto nivel de autoexigencia y perfeccionismo, suelen sentirse abatidos o desesperados al creer que no pueden dar el máximo en sus relaciones sexuales, ya que conceden demasiada importancia a lo que se espera de ellos.
Larch: Si existe miedo al fracaso, sentimiento de incapacidad, inferioridad o infravaloración. El individuo puede verse a si mismo como un minusválido en el área sexual. Ideal para impotencia cuando se sienten por debajo de la media o creen no estar a la altura.
Pine: Sentimiento de culpa y no merecimiento, que muchas veces tiene su origen en patrones culturales heredados. Perfil habitual si ha habido una infancia castradora o con un modelo educativo donde la sexualidad era vista como un pecado. Inconscientemente la persona puede autocastigarse no permitiendo sentir placer y la falta de erección puede obedecer a un sabotaje de la mente.
Rock water: Este es un patrón de gran rigidez mental, donde uno corre el peligro de convertirse en un esclavo de una disciplina autoimpuesta o de un modelo de conducta rayano en el puritanismo. En casos extremos, la persona tiende a reprimir sus instintos sexuales al creer que éstos pueden interferir con su criterio, ya sea éste religioso, dietético, estético o moral
Crab apple: Es el remedio purificador del sistema. Para disfrutar plenamente de la sexualidad es necesario aceptar la propia imagen, sentirse a gusto con el cuerpo y dejarse llevar por las sensaciones. Cuando nos invaden sentimientos de vergüenza y nos obsesionamos con pequeños defectos o imperfecciones, se producen bloqueos que pueden acabar menoscabando nuestra autoestima. Es un patrón muy presente en personas excesivamente pudorosas, maniáticas con la higiene, que se sienten “sucias” con determinadas prácticas sexuales o temen contraer ETS. Esta esencia nos ayuda a mejorar la autoimagen
Hornbeam: Para el cansancio físico y mental asociado a la rutina o aburrimiento. En ocasiones el sexo puede convertirse en algo casi mecánico si no se alimenta la creatividad. Es una esencia que aporta energía y que actúa en aquellas partes del cuerpo o de la mente que acusan laxitud o falta de tono. En aplicación local fortalece la circulación, reafirma y tonifica.
Problemas de eyaculación.
Tanto la precoz como la retardada, parece que el punto central de esta patología, una vez descartado el origen fisiológico, es un problema de control en el primer caso una pérdida de control y en el segundo, un exceso del mismo.
Además de las flores anteriores, deberíamos tener presentes:
Cherry Plum: Tiene su campo de acción en el eje control-descontrol. En algunos casos el exceso de tensión interior (sentirse como estar sentado en un barril de pólvora) y el miedo a perder el control, bloquean nuestra afectividad impidiendo que las respuestas fisiológicas fluyan correctamente (en caso de eyaculación retardada). Por lo contrario, un intento precario de mantener el control puede precipitar las funciones corporales, como ocurre con la eyaculación precoz. En ambos casos Cherry Plum reconduce al equilibrio.
Impatiens: Se asocia a estados de agitación, tensión mental e impaciencia. La aceleración y el vertiginoso ritmo interior propio de estas personas puede acabar afectando a sus funciones fisiológicas, que también acaban adelantándose en el tiempo (eyaculación precoz). Impatiens posee una acción claramente ansiolítica que permite sincronizar los procesos de cuerpo y de mente
Scleranthus: Para estados de desequilibrio, alternancia y descoordinación. Se la conoce como el estabilizador del sistema, ya que promueve el equilibrio en cualquier función. En la eyaculación retardada, lo que se produce es un desfase (al producirse posterior al orgasmo), también es de gran utilidad cuando la disfunción sucede de forma alternante, es decir, unas veces si y otras no. Esta flor sincroniza los ritmos biológicos y equilibra el pensamiento.
Estracto de un artículo de Raquel González Córdoba. Practitioners de la Fundación Edward Bach. Miembro de la junta directiva de SEDIBAC. Terapeuta floral.
Como siempre recordaros que todo debe ir precedido de un estudio completo por vuestro urólogo – andrólogo. Y que en el caso de descartar patologías orgánicas será vuestro terapeuta el que os realizará un estudio y una prescripción correcta de las flores precisas.
La terapia floral, al igual que la MTC y otras medicinas vibracionales, también entiende la enfermedad como un desequilibrio entre los diferentes planos del ser humano.
Los expertos calculan que entre el 10-20% de trastornos de la sexualidad masculina obedecen a factores psicológicos como el estrés, la ansiedad, la inseguridad, la baja autoestima, la culpabilidad, el miedo al fracaso, el síndrome depresivo…
Es en estos casos donde la terapia floral puede considerarse que tiene su campo de actuación, ya que interviene energéticamente en aquellos patrones mentales y emocionales en desequilibrio.
La esencia floral no se dirige al síntoma que presenta el paciente (impotencia, eyaculación precoz, anorgasmia o inapetencia sexual), sino a la causa que lo origina (factores psicológicos profundos).
A continuación veremos el abordaje de algunos factores psicológicos involucrados en la génesis de las patologías de la sexualidad masculina.
Disfunción eréctil:
Entre las causas psicológicas más comunes de esta patología, tanto la impotencia psicógena primaria como la secundaria, se encuentran: experiencias traumáticas, estrés, baja autoestima, miedo a no estar a la altura, culpabilidad o represión.
Flores:
Star of Betlehem: Indicada si se tenido una vivencia traumática o exista un shock físico, mental o emocional, especialmente si las primeras experiencias sexuales fueron desagradales y esto condiciona nuestra actual vida sexual. Puede que el trauma o sea consciente, aunque la persona puede sentir que algo no marcha bien.
Elm: Llamada flor antiestrés, adecuada para situaciones de desbordamiento por exceso de responsabilidad. Común en hombres con alto nivel de autoexigencia y perfeccionismo, suelen sentirse abatidos o desesperados al creer que no pueden dar el máximo en sus relaciones sexuales, ya que conceden demasiada importancia a lo que se espera de ellos.
Larch: Si existe miedo al fracaso, sentimiento de incapacidad, inferioridad o infravaloración. El individuo puede verse a si mismo como un minusválido en el área sexual. Ideal para impotencia cuando se sienten por debajo de la media o creen no estar a la altura.
Pine: Sentimiento de culpa y no merecimiento, que muchas veces tiene su origen en patrones culturales heredados. Perfil habitual si ha habido una infancia castradora o con un modelo educativo donde la sexualidad era vista como un pecado. Inconscientemente la persona puede autocastigarse no permitiendo sentir placer y la falta de erección puede obedecer a un sabotaje de la mente.
Rock water: Este es un patrón de gran rigidez mental, donde uno corre el peligro de convertirse en un esclavo de una disciplina autoimpuesta o de un modelo de conducta rayano en el puritanismo. En casos extremos, la persona tiende a reprimir sus instintos sexuales al creer que éstos pueden interferir con su criterio, ya sea éste religioso, dietético, estético o moral
Crab apple: Es el remedio purificador del sistema. Para disfrutar plenamente de la sexualidad es necesario aceptar la propia imagen, sentirse a gusto con el cuerpo y dejarse llevar por las sensaciones. Cuando nos invaden sentimientos de vergüenza y nos obsesionamos con pequeños defectos o imperfecciones, se producen bloqueos que pueden acabar menoscabando nuestra autoestima. Es un patrón muy presente en personas excesivamente pudorosas, maniáticas con la higiene, que se sienten “sucias” con determinadas prácticas sexuales o temen contraer ETS. Esta esencia nos ayuda a mejorar la autoimagen
Hornbeam: Para el cansancio físico y mental asociado a la rutina o aburrimiento. En ocasiones el sexo puede convertirse en algo casi mecánico si no se alimenta la creatividad. Es una esencia que aporta energía y que actúa en aquellas partes del cuerpo o de la mente que acusan laxitud o falta de tono. En aplicación local fortalece la circulación, reafirma y tonifica.
Problemas de eyaculación.
Tanto la precoz como la retardada, parece que el punto central de esta patología, una vez descartado el origen fisiológico, es un problema de control en el primer caso una pérdida de control y en el segundo, un exceso del mismo.
Además de las flores anteriores, deberíamos tener presentes:
Cherry Plum: Tiene su campo de acción en el eje control-descontrol. En algunos casos el exceso de tensión interior (sentirse como estar sentado en un barril de pólvora) y el miedo a perder el control, bloquean nuestra afectividad impidiendo que las respuestas fisiológicas fluyan correctamente (en caso de eyaculación retardada). Por lo contrario, un intento precario de mantener el control puede precipitar las funciones corporales, como ocurre con la eyaculación precoz. En ambos casos Cherry Plum reconduce al equilibrio.
Impatiens: Se asocia a estados de agitación, tensión mental e impaciencia. La aceleración y el vertiginoso ritmo interior propio de estas personas puede acabar afectando a sus funciones fisiológicas, que también acaban adelantándose en el tiempo (eyaculación precoz). Impatiens posee una acción claramente ansiolítica que permite sincronizar los procesos de cuerpo y de mente
Scleranthus: Para estados de desequilibrio, alternancia y descoordinación. Se la conoce como el estabilizador del sistema, ya que promueve el equilibrio en cualquier función. En la eyaculación retardada, lo que se produce es un desfase (al producirse posterior al orgasmo), también es de gran utilidad cuando la disfunción sucede de forma alternante, es decir, unas veces si y otras no. Esta flor sincroniza los ritmos biológicos y equilibra el pensamiento.
Estracto de un artículo de Raquel González Córdoba. Practitioners de la Fundación Edward Bach. Miembro de la junta directiva de SEDIBAC. Terapeuta floral.
Como siempre recordaros que todo debe ir precedido de un estudio completo por vuestro urólogo – andrólogo. Y que en el caso de descartar patologías orgánicas será vuestro terapeuta el que os realizará un estudio y una prescripción correcta de las flores precisas.