Hace ahora ya cuatro años, cuando empecé a interesarme por el mundo de las alternativas, la acupuntura me pareció la opción más correcta, el mundo de lo oriental me había fascinado desde pequeño, y porque no la acupuntura era algo que siempre me había producido gran curiosidad.
Un enjambre de nuevos conceptos aparecieron ante mí: Qi, Xue, Meridianos, Tan… tanta novedad me abrumaba, pero recordé por un momento lo extraño que había sido hacia 18 años atrás la primera clase de medicina, nada más distante a lo que yo pensaba que era la medicina. Regresando de nuevo a estos últimos años, yo un ateo de las medicinas alternativas, un médico racional y con un pensamiento de lo más lógico, con este montón de ideas esotéricas que una corriente de energía recorre nuestro cuerpo por unos canales llamados meridianos.
Me costó más de un acto de fe, llegar a comprender lo que ahora estoy seguro de que existe, aunque no lo pueda percibir pero si un punto de la mano puede mejorar un dolor de cabeza o uno del pie aliviar una opresión en el tórax, alguna cosa debe haber entre ambos y no es un nervio precisamente el que los une, así que la energía que fluye por nuestro cuerpo, puede ser modificada a nuestra voluntad mediante una serie de puntos específicos que actúan como interruptores o conmutadores para que la energía fluya o se detenga.
Ciertamente es un mundo de lo más interesante, cuanto de equivocado estaba, encerrado en mi ignorancia con una fe ciega por aquello que sólo se podía tocar, ver, oler, probar o escuchar.
Poco a poco esta venda que cubría no sólo a mis ojos sino a toda mi persona va perdiendo su opacidad para permitir ver un poco más allá…
… pues la curación no es un don de unos pocos sino la unión del conocimiento de todos.
Yo por mi parte intentaré seguir profundizando en el apasiónate mundo de la sanación, y porque no empezar con otro campo de lo más interesante, como son las flores de Bach, a las que dedicaré los próximos años.
Ya os contaré amigos míos como las flores nacerán en mi interior.
Un enjambre de nuevos conceptos aparecieron ante mí: Qi, Xue, Meridianos, Tan… tanta novedad me abrumaba, pero recordé por un momento lo extraño que había sido hacia 18 años atrás la primera clase de medicina, nada más distante a lo que yo pensaba que era la medicina. Regresando de nuevo a estos últimos años, yo un ateo de las medicinas alternativas, un médico racional y con un pensamiento de lo más lógico, con este montón de ideas esotéricas que una corriente de energía recorre nuestro cuerpo por unos canales llamados meridianos.
Me costó más de un acto de fe, llegar a comprender lo que ahora estoy seguro de que existe, aunque no lo pueda percibir pero si un punto de la mano puede mejorar un dolor de cabeza o uno del pie aliviar una opresión en el tórax, alguna cosa debe haber entre ambos y no es un nervio precisamente el que los une, así que la energía que fluye por nuestro cuerpo, puede ser modificada a nuestra voluntad mediante una serie de puntos específicos que actúan como interruptores o conmutadores para que la energía fluya o se detenga.
Ciertamente es un mundo de lo más interesante, cuanto de equivocado estaba, encerrado en mi ignorancia con una fe ciega por aquello que sólo se podía tocar, ver, oler, probar o escuchar.
Poco a poco esta venda que cubría no sólo a mis ojos sino a toda mi persona va perdiendo su opacidad para permitir ver un poco más allá…
… pues la curación no es un don de unos pocos sino la unión del conocimiento de todos.
Yo por mi parte intentaré seguir profundizando en el apasiónate mundo de la sanación, y porque no empezar con otro campo de lo más interesante, como son las flores de Bach, a las que dedicaré los próximos años.
Ya os contaré amigos míos como las flores nacerán en mi interior.
Carlos, septiembre de 2008
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