miércoles, 16 de abril de 2014

EL BAZO

Siempre que os hablo del bazo, hago el mismo inciso, siempre he creído que se trata de un error de concepto de antaño, puesto que el bazo en si es un órgano hematopoiético, siempre explico lo mismo, para ellos el bazo es el sistema digestivo, en el cual el estomago es el encargado de recibir los alimentos y el bazo (sistema digestivo), el encargado de procesar los alimentos.
Y sin mas dilación, vamos al tema.
El Bazo, regula el transporte y la transformación, siendo el órgano principal de la digestión. Extrae los nutrientes de los alimentos en el estómago, siendo la base del Qi y la sangre, y los transporta a los pulmones y al corazón para la transformación final a Qi y a Sangre.
Un Bazo saludable se manifiesta en una buena digestión, un buen apetito, un buen tono muscular...
Si esta afectado el funcionamiento, se manifiesta en forma de fatiga, distensión abdominal, malas digestiones, diarreas...
Otra función importante es la transformación y el transporte de los líquidos corporales, que es lo que en muchas ocasiones os he mencionado en forma de humedad interna cuando existe una disfunción del sistema y que da muchos de los síntomas que muchos de vosotros presentáis al acudir a la consulta, como cansancio, retención de líquidos, pesadez corporal y de cabeza, deposiciones pastosas, flema en el pulmón...
El Bazo también tiene la función de retener la sangre dentro de los vasos sanguíneos, una alteración del mismo producirá hematomas con facilidad.
Se encarga de controlar o dominar los musculos y las extremidades, confiriéndoles un tono y una forma correcta, su disfunción nos dará unos músculos débiles y flojos.
En este caso este órgano decimos que se abre en la boca y se manifiesta en los labios.
Posee un efecto estimulante sobre la energía general del cuerpo.
El Bazo aloja el pensamiento, el bazo envia energía limpia a la cabeza y al cerebro, dando lugar a la claridad de pensamiento y de concentración. Una alteración del bazo puede dar lugar a confusión y a trastornos mentales, del mismo modo un exceso de concentración pude lesionar el bazo, produciendo fatiga y letargo.


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