jueves, 15 de mayo de 2014

EL JENGIBRE

De origen asiatico.

Con el tiempo, sus propiedades estimulantes y su sabor picante se han integrado tanto en nuestra “materia médica” de hierbas como en la cocina.

Preparada en té, la raíz del jengibre es especialmente útil para aquellas personas que tienen estómagos poco activos y dificultades para producir cantidades adecuadas de ácido clorhídrico, necesario para digerir la comida.

Esto generalmente puede ser el caso de las personas que no se toman el tiempo para sentarse y relajarse lo suficiente como para digerir su comida de manera apropiada. El resultado de comer de esta manera, especialmente si la comida tiene un alto contenido de hidratos de carbono, puede ser indigestión y gases durante horas.

Si siempre come con prisas, o traga la comida sin masticar adecuadamente, entonces el jengibre puede ser de gran ayuda para su digestión y eliminar el gas acumulado.

Para preparar una taza de té de jengibre, sólo deje reposar media cucharadita de raíz de jengibre en polvo o dos cucharaditas de raíz fresca en una taza de agua hirviendo. Esto se puede tomar hasta cuatro veces al día.

El jengibre es originario de las regiones tropicales de Asia oriental. 
Sus propiedades son, desde antaño conocidas en las culturas asiáticas y se destaca tanto en la gastronomía como en las tradiciones médicas de Oriente. 

En el sistema de la MTC, el jengibre está clasificado como una hierba de “calentamiento”. Este es un término que también está presente tanto en los sistemas clásicos de la medicina occidental y ayurvédica y generalmente significa que esta hierba se utiliza para tratar los patrones de las enfermedades que producen síntomas de “frialdad”, incluyendo manos y/o pies fríos y pálidos, no aguantar el frío ambiental, no aguantar las bebidas frías y la necesidad de usar más ropa para cubrirse en la cama.

Vale la pena señalar que las dosis requeridas de jengibre para el tratamiento eficaz de personas occidentales son mucho menores que las indicadas en la medicina tradicional china.

El jengibre se ha utilizado desde la antigüedad como un tratamiento seguro y eficaz para las náuseas matutinas. Una taza de té elaborado con raíz fresca de jengibre se puede beber con confianza para disipar con seguridad las náuseas. Fuentes de referencia sobre la medicina herbolaria tradicional china advierten contra altas dosis (3-9 gramos al día) de la raíz seca, para este fin. Así es que la raíz fresca es mejor y se considera que es menos cálida que la seca.

Los antiguos romanos lo utilizaban para elaborar vinos con especias para tratar dolencias estomacales. 

Marco Polo redescubrió eljengibre, que ganó renovada popularidad en Europa entre la clase adinerada.

Los europeos medievales también prepararon vinos especiados y sidras con jengibre y diversos pimientos para aliviar las afecciones originadas por humores “fríos”.

El jengibre siguió siendo popular en muchos países europeos como Inglaterra, que tenía un suministro directo en India. Después, los colonos ingleses trajeron consigo el jengibre a las Américas, donde sigue siendo un favorito para dar sabor a una gran variedad de alimentos y bebidas.

Fuente: www.lagranepocoa.com

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